Esta villa es uno de los grandes centros históricos del Cerrato, del que ostentó capitalidad durante toda la Edad Media. Conjunto Histórico-Artístico, se ubica cerca de la confluencia del Arlanza y Arlanzón, en una cuesta que domina la extensa vega. Solar de la gran ciudad vacceo-romana de Pallantia -y con presencia humana en periodos anteriores-, ya estuvo poblada en época visigoda. Conserva aún restos de sus murallas medievales y de su castillo, y son de destacar los restos góticos de Santa Eulalia o la monumental iglesia de San Juan, así como sus recoletas calles minadas de buenos ejemplos de arquitectura civil. No muy lejos se encuentran las ruinas de un convento franciscano.
