Antiguo asentamiento prehistórico y romano (vicus=aldea), estuvo fortificado en la Edad Media, perviviendo actualmente restos de sus puertas y de la muralla. Destacan los restos románicos de su iglesia, las muestras de arquitectura popular y una casa hidalga del siglo XVI. A dos kilómetros se encuentran las ruinas del monasterio de San Pelayo (siglo X).